Blogia
reflexionestodoa100

TIENE QUE HABER DE TODO...

TIENE QUE HABER DE TODO...

Me viene a la cabeza comentarios de mi mitad sobre conocidos con los que comparte unas cuantas horas de su tiempo de los que tiene que soportar opiniones que, en muchas ocasiones, además de ofensivas, podrían provocar en algunos, reacciones insospechadas.

No voy a especificar qué tipo de opiniones, dado que, para gustos, los colores, pero se me plantea una duda que me deja un poco inquieto: ¿la libertad de expresión tiene límites? ¿Puede todo el mundo expresarse libremente independientemente del tipo de comentario que haga? En un principio, la respuesta sería un absoluto SÍ, aunque, ahondando un poco más en la historia, determinadas libertades deberían exigir un mínimo de sentido común (en otro post ya he mencionado algo sobre tal preciado don que pocos humanos poseen).

Me refiero a que, efectivamente, todos podemos expresar libremente (gracias, democracia) lo que queramos, pero da la sensación de que esta libertad está un poco sobrevalorada, llegando a caer justo en el otro lado, perdiendo su verdadero valor como tal.

Todos emitimos juicios de valor sobre casi todo lo que nos rodea, y no menos sobre quien nos rodea, aludiendo siempre a nuestra libertad de expresión. Pero no nos paramos a pensar en las consecuencias de nuestras opiniones y mucho menos en nuestra infinita capacidad para ofender a esos que nos rodean en esas situaciones. ¿Se puede justificar todo aludiendo a la libertad de expresión? ¿Puede alguien hacer un comentario racista, sexista, homófobo o de cualquier otra índole, respaldado por esa libertad de expresión? A mi parecer, creo que no, pero ya tengo mis dudas, las cuales me las generan cosas como las palabras de Aznar, el cual ha quedado impune tras su mandato y después de haber provocado, con sus actos, uno de los peores atentados en la historia de España, o las de su amigo Bush, ambos aludiendo a la buena idea que tuvieron hace cinco años invadiendo Irak, con todo lo que ello ha conllevado.

Realmente me quedo perplejo ante la tranquilidad con la que lo dicen, sabiéndose completamente a salvo de cualquier posibilidad de asumir sus errores con condenas inculpatorias, jugando con las vidas de las personas y de sus familias como si tal cosa, aludiendo "daños necesarios". Es sorprendente que todo esto esté pasando a nuestro alrededor y que todos nos quedemos tan tranquilos, preocupándonos de nuestras vacaciones, que nos tenemos merecidas y que esperamos que ningún gilipollas nos las joda por que, en su libertad de hacer imprudencias, pueda convertirnos en un ramo de flores en algún punto kilométrico de cualquier carretera.

Como bien decía, tiene que haber de todo, hasta ex Ministros de Defensa que escurren el bulto de sus responsabilidades. Verdad, Sr. Trillo?

0 comentarios